Charlie Croker (Michael Caine) sale de la cárcel dispuesto a dar el golpe del siglo con el más ingenioso de los robos; va a hacerse ni más ni menos con 4.000.000 de libras ante las mismísimas narices de la policía de Turín, para lo que va a contar con la ayuda del brillante criminal Mr. Bridger (Noel Coward) y de una banda de maleantes. El problema es que con la policía y la mafia pisándole los talones, le resulta más fácil robar el dinero que sacarlo del país... Esta comedia de acción se ha convertido en una auténtica película de culto de los años 60, con la persecución más loca de la historia del cine y un final tan inesperado como asombroso. “Un trabajo en Italia” es, en suma, una obra maestra.

Johnny Clay, un ex convicto, ha decidido dar el último golpe de su vida: llevarse la recaudación de un hipódromo. Selecciona meticulosamente a los que serán sus colaboradores y planea la estrategia del asalto con precisión insospechada. El atraco se desarrolla según lo previsto, pero los problemas llegan cuando se procede al reparto del botín.

Dos agentes del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Dennis O'Brien y Tony Genaro, se infiltran en una red de falsificadores que han conseguido un papel demasiado bueno. En peligro constante entre tipos de semejante calaña, los dos agentes intentarán buscar una muestra del famoso papel y a los culpables del llamado "caso del papel de Shanghai". Sin embargo, salir de la red será aun más difícil que entrar.

El capo Gotti ya no está, el FBI se está poniendo duro y el honor es un concepto perdido. Pero para los malcriados hijos veinteañeros de cuatro conocidos mafiosos, la situación va más allá. Cuando tienes un apellido infame, la legalidad tampoco es una opción.

Durante su viaje en el Orient Express, Hércules Poirot deberá investigar el asesinato de un millonario en el compartimento de al lado.