El intrépido y carismático soldado Roland Bozz que acaba de salir de la prisión militar de la base, se une a un pelotón de jóvenes soldados que se preparan para ser enviados a Vietnam. El carisma de Bozz y su desafiante rebeldía, provoca el conflicto entre los soldados y los mandos, que no pueden permitir este tipo de situación en medio de una guerra. Pero cuando el pelotón es enviado a Tigerland, el más infernal de los campos de entrenamiento, el liderazgo y el carácter de Bozz conseguirá unir a los hombres y provocará las consecuencias más extraordinarias.

El policía Mexicano Javier Rodriguez trabaja alrededor de la frontera, junto con su buen amigo y compañero Manolo Sanchez, bajo las órdenes del hombre más temido por los criminales en México, el General Salazar. Confrontado con tentaciones de poder y dinero, Javier las resiste pero se encuentra junto a Manolo, atrapado en una telaraña de corrupción que desemboca en una situación insostenible. En los Estados Unidos, el juez de la Corte Suprema de Ohio, el reverendo Robert Wakefield es nombrado por el Presidente como el nuevo zar de las drogas. Recogiendo información, el conservador e intransigente Wakefield se prepara para supervisar los equipos anti-drogas del país y asociarlos con los de México.

En noviembre de 1959, Truman Capote, el autor de "Desayuno en Tiffany’s" y un icono de lo que pronto se va a conocer como la jet set, lee un artículo en The New York Times. Relata los asesinatos de los cuatro miembros de una conocida familia granjera, los Clutter, en Holcomb, Kansas. Historias similares aparecen en los periódicos casi a diario, pero esta vez algo llama la atención de Capote. Es una oportunidad, según él, de demostrar una teoría que siempre ha sostenido: en las manos del escritor adecuado, la no ficción puede resultar tan apasionante como la ficción. ¿Qué impacto han tenido los asesinatos en ese pequeño pueblo en las llanuras azotadas por el viento? Argumentando que para su propósito era irrelevante el hecho de que cogieran a los asesinos, convence a la revista The New Yorker de que lo mande para cubrir la noticia y se va a Kansas. Le acompaña una amiga de su infancia en Alabama, Harper Lee, quien en sólo unos meses va a ganar el premio Pulitzer y se va a hacer famosa, al escribir "Matar a un ruiseñor".