El capitán alemán Karl Erlich navega por aguas australianas cuando estalla la Segunda Guerra Mundial. Desde el puerto de Sidney tratará de volver a su país, con el fin de que la tripulación pueda encontrarse con sus familias. El camino de regreso no será fácil, teniéndose que enfrentar a todo tipo de peligros: tiburones, tormentas, averías, falta de comida y el acoso de navíos ingleses y alemanes. Mientras, Erlich vive un romance con una bella y enigmática pasajera, Elsa Keller.

Su delito, ser inconformista. Su sentencia, trabajos forzosos. Paul Newman interpreta a Luke en uno de sus papeles más memorables en La Leyenda del Indomable, un personaje solitario que no puede o no quiere conformarse con las normas arbitrarias de su cautividad. Recuerda a alguna de las otras interpretaciones destacables de Newman. Luke es El buscavidas sin ansias de victoria, Harper sin una misión moral, Hud sin un padre al que desafiar. “Dale un buen guión a un actor y será capaz de mover el mundo” dijo Newman cuando proclamó que La Leyenda del Indomable era uno de los mejores guiones que había leído en mucho tiempo. “Luke es una persona distante e indiferente, pero no puede con el sistema del que se mofa”. Hay un buen motivo para la autenticidad del guión: el coautor Donn Pearce pasó dos años de su vida haciendo trabajos forzosos. Un reparto de selectos personajes, con George Kennedy en el papel de Dragline, ganador† de un Premio de la Academia®, escoltan magistralemente en el papel de compañeros de prisión a Newman. Strother Martin es el capitán que pincha a Luke con su famosa frase “Lo que pasa aquí es que… falta comunicación”. No falta nada. Con un humor vibrante y una enérgica manera de narrar la historia, La Leyenda del indomable es todo un éxito.