Los integrantes de una expedición científica norteamericana que se ha instalado en una estación polar, deben enfrentarse con un ser procedente del espacio que se alimenta de sangre.

Año 2078. En el planeta Sirius 6B, asolado por un largo período de guerra por los enfrentamientos en la extracción de Berinium, los científicos han creado los screamer, unas máquinas con dispositivos especiales para abatir y destruir al enemigo. Pero los screamer han evolucionado por sí solos y ahora eliminan toda forma de vida.

La casa de la colina permanece solitaria, oscura y amenazadora. Fue construida hace 130 años por Hugh Crain para su esposa y unos hijos que jamás llegaron a tener. Aquel misterioso lugar se pobló de historias trágicas que consiguieron casi de forma inmediata que la mansión quedara deshabitada... Aunque sólo en apariencia. Un siglo más tarde, el doctor David Marrow, intrigado por el misterioso pasado de la casa, convoca en ella a tres personas con el propósito, aparente, de estudiar un caso de desorden en el sueño.

Unos seres extraterrestres, que se desarrollan en unos capullos, de los que salen unas larvas, van asesinando personas y suplantando su lugar. Los suplentes son exactamente iguales que los humanos, a excepción de su falta de sentimientos. Varias personas descubren lo ocurrido, pero se encuentran con que aquellos a quien piden ayuda, han sido ya suplantados. El avance de la invasión es imperceptible, pero parece imparable.

Un científico es acusado del crimen de otros dos compañeros. Pronto descubren que la responsable de las terribles muertes es una tarántula gigante. Muertes posteriores hacen que el doctor Hastings ponga todo su empeño en acabar con la vida del venenoso animal, que es el resultado de un desgraciado experimento científico que asolara cierta zona desértica de Arizona.