Los hermanos Reno aterrorizan Indiana en 1866. su cuartel general era la ciudad de Seymour donde tenían a sueldo a las autoridades competentes. El enviado para acabar con la banda es James Barlow, de la agencia de detectives Peterson, que se presenta como un forajido para ganarse la confianza de la banda y de las autoridades de la ciudad. Barlow se enamora de una hermana de los malvados Reno y la trampa se complica.

El embajador de Japón acompañado de dos Samurais Kuroda y Namuro, se dirige a Washington en el Transcontinental Express para entregar al Presidente de los Estados Unidos un valioso obsequio de su Emperador: una rica espada de Samurai. En el mismo tren viajan Link y el "Zurdo" con su banda de forajidos que han proyectado asaltar el vagón correo, portador de un importante cargamento de Caballería del Ejército. El asalto se realiza cuando el tren atraviesa una zona montañosa.

George Pratt y Sam McCord son dos mineros que han entablado una gran amistad. Por ello George solicita de Sam que vaya a la ciudad para traer a su novia, con la que ya puede casarse porque ha encontrado oro. Sam marcha en su busca, pero cuando llega al destino ve que la novia de su amigo ya se ha casado.

En el Oeste de 1884, dos inglesas, madre e hija, venden un ejemplar vacuno pretendiendo que la raza del mismo se extienda por los ranchos de Texas.

Dos jinetes llegan a Dodge City persiguiendo a un hombre. Es el Día de la Independencia y la gente se arremolina en torno al premio del concurso de tiro, un rifle único: el Winchester 73. Lin McAdam, uno de los perseguidores, triunfa en el concurso y consigue el rifle, pero su contrincante Dutch Henry Brown se lo roba y huye. El rifle pasa a manos de un traficante de armas, luego a un jefe indio y más tarde a un forajido. Mientras tanto la persecución prosigue.

El inspector Bob Valdez se ve obligado a matar a un hombre acusado por Frank Tanner de haber cometido un asesinato. Valdez pronto descubre que Tanner es un indeseable sin escrúpulos, convirtiéndose rápidamente en su enemigo.

Aquí encontramos de nuevo a "Cuchillo", un desarrapado y siempre perseguido mejicano, que es un prodigio en el manejo del arma que le da el nombre.

Django llegó a un desértico pueblo mexicano con un ataúd, donde escondía su metralleta. Con ella se enfrentará a los secuaces de Jackson.

Unos supuestos indios pieles rojas roban un pony, un caballito mandado por el embajador del Japón. Una nota de Machaco, jefe de los apaches, informa de que si no ha recibido un millón de dólares antes de cuatro días, el pony morirá. El cónsul japonés pone el millón a disposición del banquero Butler. Para transportar un arquita conteniendo un millón de dólares confían la misión al más pundonoroso, honrado e infeliz Sheriff del condado, Jack el Negro. Pero el arquita con el millón se ha convertido en una obsesión para un simpático y audaz bandido conocido por El Suizo. También interviene en el asunto un japonés llamado Sakura, cuidador del pony. El Suizo, Jack el Negro y Sakura juntan sus fuerzas para rescatar el pony. Cuando llegan al poblado de Machaco se enteran de que Machaco nada tiene que ver con el asalto al tren, realizado por un grupo de blancos disfrazados de indios, y que el arca no contiene dinero, sino una carga de dinamita que hará volar en pedazos al que la abra. Todo esto ha sido tramado por Butler, que manda a un grupo de renegados.

José Gomez, forajido a la fuga, regresa a su ciudad natal perseguido por un cazador de recompensas, Luke Chilson. Los habitantes de la pequeña comunidad protegerán a Gomez, desprevenido en un primer momento, ya que inmediatamente vuelve a convertirse en el hombre peligroso por el que se le conoce fuera de esas tierras.