Quedan pocas horas para que el año toque a su fin y la comisaría del distrito 13, una de las más antiguas de Detroit, está a punto de cerrar. Muchas carreteras están cortadas debido a la fuerte nevada y sólo queda un puñado de policías encabezado por el sargento Jake Roenick (Ethan Hawke), un buen oficial que no consigue olvidar una operación fallida que tuvo lugar la primavera pasada. Pero es que, además, ese mismo día por la mañana, un policía de paisano había intentado arrestar al mafioso Marion Bishop (Laurence Fishburne), el cual consiguió matar al agente antes de ser capturado por la Unidad contra el Crimen Organizado encabezada por Marcus Duvall (Gabriel Byrne). Bishop es trasladado en autobús a la cárcel con otros delincuentes: Beck, un yonqui (John Leguizamo), Smiley, un estafador (Jeffrey Atkins) y Anna, miembro de una banda (Aisha Hinds). Pero la tormenta de nieve arrecia y el autobús, ante la imposibilidad de llegar a la cárcel de máxima seguridad, se dirige provisionalmente a la comisaría del distrito 13. La inesperada llegada saca de quicio tanto a Roenick como a la psicóloga Alex Sabian (Maria Bello). Sin embargo, Iris Ferry (Drea de Matteo), la provocadora secretaria de la comisaría, y el veterano poli Jasper Old School OShea (Brian Dennehy) no están dispuestos a que el trabajo extra les impida celebrar la llegada del Año Nuevo. (FILMAFFINITY)

Un contable de Cleveland decide abandonar su trabajo para aceptar otro en una inhóspita ciudad del salvaje Oeste. Cuando llega allí, su puesto ya está ocupado, lo que desencadena que el protagonista se convierta en un fuera de la ley.

Jericho Cane, un guardia de seguridad desolado por la pérdida de su familia, se enfrentará al mismísimo diablo para proteger a una joven elegida por éste para alumbrar al Anticristo.

Un alma perdida recibe las llagas de Cristo y un estremecedor mensaje que alterará el curso de la Historia. La actuación de la despampanante Patricia Arquette, Gabriel Byrne y Jonathan Pryce y la participación musical de Billy Corgan del grupo Smashing Pumpkins y Elia Cmiral hacen de Stigmata "un banquete visual y visceral" (Entertainment Today). Frankie Paige no cree en Dios. Pero todo empieza a cambiar cuando de repente empieza a sufrir Stigmata -los estigmas de Cristo al ser crucificado-. Cuando las llagas de Frankie empiezan a sangrar, este hecho reclama la atención de un investigador del Vaticano, el Padre Kiernan. Al llegar la noticia a oídos del Cardenal Houseman, éste descubre que Frankie está canalizando un extraordinario y provocativo mensaje que podría acabar con la Iglesia, motivo por el cual está convencido de que ella debe callar para siempre. Dispuesto a detener esta conspiración mortal, Kiernan arriesga su fe -y su vida- para salvar a la chica y el mensaje que cambiará la humanidad para siempre.