Dos motoristas de pelo largo de Los Ángeles se embarcan en un viaje hacia Nueva Orleans cruzando el país por carretera, intentado descubrir América. Después de una gran venta de cocaína a un hombre de Los Ángeles llamado Connection, Billy y Wiatt, conocido como el Capitán América, asisten a una fiesta en Mardi Grasantes. Pronto emprenden el viaje a lomos de sus dos modernas motos, conduciendo a través del suroeste. En el camino se encuentran a un montón de inusuales personajes. Un ranchero y su familia y un autoestopista de una comuna hippie, antes de ser arrestados en un pueblecito por parar sin un permiso. Su compañero de celda, el abogado borracho de ACLU, George Hanson, les hace un gran favor sacándoles de la cárcel y luego decide unirse a ellos. George descubre los placeres de fumar hierba, pero un encuentro con unos ultraviolentos ángeles del infierno del sur prueba rápidamente lo acertado que está con respecto a lo peligrosas que son las vidas de Billy y Wyatt en un país que ha perdido sus ideales. Wyatt y Billy tratan de descubrir en Nueva Orleans los placeres del LSD junto a los piratas, pero el viaje ácido se convierte en algo mórbido. Al llegar a Florida, Billy quiere descubrir el sueño americano.

En 1942 las cosas tienen mal aspecto para la causa aliada puesto que el ejército de Hitler controla Europa. Hay que tomar medidas drásticas y los aliados deciden crear una unidad militar especial capaz de penetrar entre las líneas enemigas. Para ello crean un grupo compuesto por soldados de los ejércitos estadounidenses y canadienses, que sería el embrión de los célebres Boinas Verdes, comandados por el general Roben Frederick y sus ayudantes Alan Crown y Cliff Bridcer. Sus arriesgadas operaciones en Francia, Noruega, Italia y centroeuropa hacen que los nazis bauticen a este cuerpo del ejército con el nombre de la Brigada del Diablo.