Es muy posible que los gritos más fuertes sean los tuyos cuando veas esta edición sin censuras de El retorno de los malditos, con su sangriento metraje adicional nunca visto en cines y sus escalofriantes extras. Esta espeluznante secuela, todavía más sangrienta y feroz que su estremecedora predecesora, arranca dos años después de que la familia Carter tuviera la mala fortuna de ser atacada por unos mutantes caníbales en el desierto de Nuevo México. En esta ocasión, todo comienza cuando un grupo de aspirantes a la Guardia Nacional en una misión rutinaria se adentra en el desierto. Pronto se verán obligados a enfrentarse a unos monstruos desconocidos pero tremendamente sedientos de sangre.… Pero esta vez, el patriarca de los mutantes no busca simplemente saciar su sed de sangre… ¡Lo que quiere es conseguir reproductores para evitar la extinción de su especie!..

Todo empieza con el viaje campo a través de una familia típicamente disfuncional. Es el aniversario de boda del pétreo detective de policía de Cleveland, "Big Bob" Carter y de su dicharachera mujer Ethel y para celebrarlo, Bob pide a su gran familia que cruce California con ellos, esperando que las alegrías que les depare la carretera puedan ayudar a recomponer sus deterioradas relaciones. Nadie se siente particularmente feliz con la idea. A la hija mayor, Lynn, le preocupa la seguridad y el confort de su nuevo hijo mientras que a su marido, Doug, un hombre educado y loco por la tecnología, le preocupa estar tan cerca de su suegro. Por su parte, la hija adolescente, Brenda, detesta la idea de tener que dejar a sus amigos para embarcarse en un viaje de estrechamiento de lazos familiares, mientras que Bobby, un joven bromista, está ansioso por divertirse con los dos pastores alemanes de la familia, Bella y Bestia. Sin embargo, el clan al completo termina amontonándose en una deteriorada caravana Airstream del 88 que Bob adora y emprende camino hacia el Oeste.