Robert Redford lidera a un grupo de estrellas en una de las películas más espectaculares de su época. El experto en ordenadores Martin Bishop dirige a un grupo de hackers renegados -incluyendo a un empleado de la CIA, a un manitas, un joven genio y un ciego con un oído de lo más agudo- que se dedican a testear sistemas de seguridad. Pero el pasado de Bishop regresa para perseguirle justo cuando agentes del gobierno chantajean a los "fisgones" para que realicen una operación encubierto: seguir la pista de una misteriosa caja negra. Junto con su antigua novia, el equipo de Bishop recupera la caja y hace un increíble descubrimiento: el dispositivo puede introducirse en cualquier ordenador del mundo. Sabiendo el poder de esta caja y que cualquiera estaría dispuesto a matar por ella, Bishop y su equipo se embarcan en el más peligroso trabajo que jamás habían tenido.

Un grupo de presos llega a la penitenciaría de Wakefield. Uno de ellos es en realidad Henry Brubaker, el nuevo alcaide, que quiere saber de primera mano el funcionamiento de la prisión.

Un agente de la CIA se tropieza con un obstáculo el día de su retiro, cuando es forzado a organizar una operación de rescate para salvar la vida a un joven protegido que ha sido arrestado por los chinos durante una tarea personal.