Un hombre que se dedica al rodeo, vuelve a su pueblo natal de Arizona para despedirse del mundo del rodeo, con una última actuación, delante de los suyos. También tratará de hacer las paces con su familia, a la que abandonó años atrás, pero las cosas no serán fáciles con su padre, un hombre con problemas con la bebida.

Bronco Billy y su espectáculo circense sobre el viejo Oeste malviven de pueblo en pueblo. Una rica heredera, abandonada por su madrido en plena luna de miel, se une a ellos. a partir de ese momento, las cosas les irán peor que de costumbre.

Philo es un camionero de aspecto bonachón a quien le entusiasman la cerveza fría, la música country y hacerse respetar por medio de sus puños. Philo, que está enamorado de una cantante llamada Lynn Hasley-Taylor, tiene dos buenos amigos: Orville que le organiza las peleas, y Clyde, un viejo orangután que pretende enseñarle a boxear.

Han vuelto. Philo Beddoe, el despreocupado camionero y conflictivo alborotador, y su amigo orangután Clyde de 75 kilos se meten en más líos en la más rápida y divertida secuela de “Duro de pelar”. Clint Eastwood vuelve a interpretar a Philo, pensando esta vez en que se va a retirar de las peleas. Pero un nuevo contendiente le engatusa y unos matones secuestran a su novia (Sondra Locke) para asegurarse que Philo pelea de nuevo. Todos vuelven a las andadas y en buena forma, Ruth Gordon interpretando a Ma, Geoffrey Lewis como Orville y esos desventurados moteros llamados “Las Viudas Negras”. La música de Glen Campbell, Jim Stafford y Snuff Garrett nos transportan a un melodioso ambiente country, incluyendo un dueto de Clint Eastwood con Ray Charles cantando Beers to you. Como siempre Clyde robó protagonismo, especialmente en una escena de noviazgo con la orangután de sus sueños. Sea como fuera, estarás entretenido.

El estreno de Eastwood para el mercado navideño de 1977 de la mano de Warner Brothers fue "Ruta Suicida", una historia policiaca contemporánea en la que Sondra Locke era, por segunda vez, su co-protagonista. Una vez más, Eastwood dirigió y protagonizó esta película de aventuras cuyo presupuesto era de 5 millones de dólares, la película más cara que su productora Malpaso, había realizado hasta la fecha. El personaje de Eastwood es uno de los más fascinantes que ha interpretado -un hombre cualquiera que ha tenido mala suerte y que puede recibir una paliza como el resto de los ciudadanos- y los efectos visuales son magníficos, especialmente la secuencia aérea de la persecución entre la motocicleta de Eastwood y un amenazante helicóptero. Un oficial de policía es asignado para custodiar desde Las Vegas hasta Phoenix a la aparentemente poco importante testigo de un escándalo sexual en el que están implicados altos cargos públicos. Serán atacados desde un coche, un helicóptero e incluso por la propia policía. La ruta a Phoenix va a ser realmente suicida...