Con valor, fuerza y conflicto: así se conquistó el Oeste. Con tres directores, cinco historias relacionadas, algunas de las escenas de acción más legendarias de la historia del cine y una constelación de actores: así se rodó La Conquista del Oeste. Henry Fonda, Gregory Peck, Debbie Reynolds, Jamest Stewart y John Wayne se encuentran entre los grandes nombres que aparecen en esta gran saga que describe el traslado de una familia al Oeste durante generaciones - marcado por las escenas de una cabalgata por un río embravecido que corta el aliento, una atronadora estampida de búfalos y un frenético tiroteo en un tren a punto de descarrilar. Gracias a los avances tecnológicos, este película de imagen panorámica, ganadora de tres Premios de la Academia®, puede ser ahora vista restaurada y remasterizada, con una calidad nunca antes conseguida, donde han sido eliminadas las líneas derivadas del rodaje ¡Vamos al Oeste!..

1943, en aguas de Goa-portuguesa, y por tanto neutrales, opera un carguero alemán. Transmite información que ha costado a los aliados muchas vidas y envios de suministros. Al no poder emprender una acción directa, se recurre a aficionados: los miembros de la caballería ligera de Calcuta, club de veteranos combatientes en la guerra de los Boers, cuarenta años atrás.

El doctor Josef Mengele reúne en Sudamérica a un grupo de jóvenes, militantes del Tercer Reich, para trabajar en un misterioso proyecto. Un joven americano, Barry kohler, contacta con el cazador de nazis Ezra Liebermann, quien empezará a investigar y descubrirá el terrible plan de Mengele.

James Mckay, un caballero de Baltimore, se traslada a Texas para casarse con Pat Terrill, hija de un rico y orgulloso ranchero. Cuando llega a su destino se da cuenta de que su futuro suegro mantiene una rivalidad a muerte con sus vecinos, los Hannassey. Las dos familias quieren apoderarse de una pequeña parcela propiedad de Julia Maragón, por cuyos territorios pasa una franja del río.

En 1807, Napoleón se prepara para invadir Inglaterra después de tener Europa bajo su poder. La Corona Inglesa dispone de una escuadra de trescientos buques como única defensa. Uno de éstos, el Lydia, navega por el Pacífico en misión secreta.