Con valor, fuerza y conflicto: así se conquistó el Oeste. Con tres directores, cinco historias relacionadas, algunas de las escenas de acción más legendarias de la historia del cine y una constelación de actores: así se rodó La Conquista del Oeste. Henry Fonda, Gregory Peck, Debbie Reynolds, Jamest Stewart y John Wayne se encuentran entre los grandes nombres que aparecen en esta gran saga que describe el traslado de una familia al Oeste durante generaciones - marcado por las escenas de una cabalgata por un río embravecido que corta el aliento, una atronadora estampida de búfalos y un frenético tiroteo en un tren a punto de descarrilar. Gracias a los avances tecnológicos, este película de imagen panorámica, ganadora de tres Premios de la Academia®, puede ser ahora vista restaurada y remasterizada, con una calidad nunca antes conseguida, donde han sido eliminadas las líneas derivadas del rodaje ¡Vamos al Oeste!..

La atractiva esposa de un teniente es violada brutalmente. La venganza es inmediata, el teniente mata al violador. El juicio posterior refleja la más completa gama de emociones humanas desde los celos a la rabia.

Transcurre el año 1870, el territorio de Arizona es escenario de cruentas luchas entre los blancos y los indios apaches, capitaneados por Cochise, que defienden palmo a palmo su territorio. A la vista de esta situación, un joven llamado Tom Jeffords decide entrevistarse con Cochise para proponerle un tratado de paz. El jefe indio se siente impresionado por la iniciativa del joven, por lo que decide recibirle en su campamento. Fruto de esta entrevista es la autorización, por parte de Cochise, de que el correo pueda pasar por sus territorios. Pero Tom, antes de irse del campamento, quedó prendado de una joven india llamada Sonseeahray.

Mac Lintok, antiguo pistolero, ha decidido cambiar de vida. Por eso viaja, camino de Oregón, al frente de una caravana de granjeros. Una noche salva de la horca a Emerson, otro veterano de la frontera. Juntos vencen a los indios y llegan a las tierras altas. La colonia se instala pero su supervivencia está condicionada a la llegada de provisiones para pasar el invierno hasta la primera recolección. Pero no se las envían porque su precio ha subido espectacularmente con el descubrimiento de oro en las proximidades de Portland. Será preciso arrebatárselas a los especuladores, después, hacerlas pasar a través de las montañas.

En el Oeste de 1884, dos inglesas, madre e hija, venden un ejemplar vacuno pretendiendo que la raza del mismo se extienda por los ranchos de Texas.