Suenan las sirenas y parpadean las luces, una ambulancia de la ciudad de Nueva York corre a toda velocidad a medianoche. Sus conductores son paramédicos en turno nocturno, hombres que diariamente ven cara a cara a la muerte y a los moribundos. Emocionalmente exhaustos de tantas noches en su trabajo, ellos están casi tan destrozados como los cadáveres que recogen en las calles. Lo que los hace continuar es su cáustico sentido del humor, y un ácido punto de vista de un mundo que parece tener su epicentro surrealista en Manhattan.

De Palma nos introduce con esta interesante película en el mundo de las crueldades de la guerra. Basada en una historia real explicada en un artículo de un periódico americano, Corazones de Hierro explica como unos soldados secuestran, violan y asesinan a una joven durante la guerra de Vietnam. El único soldado del grupo que rechaza las intenciones de sus compañeros se siente cómplice del crimen, pero confía en que todos acabarán pagando por sus actos. De una historia en particular la película nos abre las puertas hacia una reflexión más profunda sobre el horror de la guerra y la vida de los combatientes, así como también de la propia naturaleza humana ante situaciones límite.