Kham es un muchacho de campo cuya vida experimenta un vuelco cuando la mafia internacional irrumpe en su adormecida villa para apoderarse de sus dos magníficos elefantes y llevárselos a Australia acto seguido. No se trata de unos paquidermos cualquiera. Son enormes, majestuosos, pensados para ser ofrecidos a Su Majestad el Rey como prueba de devoción: son los elefantes de Kham. Éste no tendrá otro remedio: deberá partir hacia Australia pues no puede permitir que nadie se apodere de sus adorados elefantes. Tendrá que penetrar en el corazón del distrito controlado por la Mafia y seguir la pista de los raptores hasta conseguir que los paquidermos vuelvan con él a casa.

El título de la película, "Ong-Bak", hace referencia a una estatua de Buda que se halla en el templo de Nong Pradu, en la Tailandia rural. Data de los tiempos de la guerra birmano-tailandesa, que tuvo lugar hace 200 años. Los aldeanos creen que Ong-Bak está imbuida de poderes mágicos y que puede protegerles de todo mal. Una noche oscura, un antiguo habitante de la aldea, Don, hace que unos cómplices suyos corten la cabeza de la estatua para conseguir el favor de un despiadado gángster llamado Khom Tuan. Los aldeanos están desolados ante lo que consideran una catástrofe, y buscan entre sus jóvenes a un voluntario que pueda recuperar el tesoro perdido. Encuentran a su hombre en Ting, un huérfano criado en el templo, y alumno de Pra Kru, un amable monje, experto en el ancestral arte del Muay Thai: "Las Ocho Armas Corporales."