Todo comienza una hermosa mañana de finales de noviembre de 1327, cuando Fray Guillermo de Baskerville, un monje franciscano y antiguo inquisidor, y su inseparable discípulo, el novicio Adso de Melk acuden a una abadía benedictina situada en el norte de la península italiana para intentar esclarecer la muerte del joven miniaturista Adelmo da Otranto. Durante su estancia en la abadía van desapareciendo misteriosamente más monjes, a quienes encuentran muertos al poco tiempo. Lentamente, y gracias a la información aportada por algunos monjes, Guillermo va esclareciendo los hechos. El móvil de los crímenes parecen ser un texto perdido de Aristóteles sobre la licitud de la risa que se encuentran en la biblioteca del complejo, de la cual se dice que es la mayor del mundo cristiano. ¿Quién es el asesino? ¿Qué hicieron sus víctimas para morir asesinadas? Nadie lo sabe...

Nadie lo hace mejor que Bond… Como queda demostrado, una vez más, en esta divertida y explosiva aventura que nos lleva desde las pirámides de Egipto hasta los fondos oceánicos, pasando por una persecución en esquís que desafía a las leyes de la gravedad… El agente 007, encarnado por Roger Moore con su inimitable estilo, forma equipo en esta ocasión con la agente rusa Anya Amasova (Barbara Bach) para intentar frustar los planes de dominación global del megalómano Stromberg (Curt Jurgens).

Cuando Jesse y Celine se conocieron en un tren Eurail, la conexión que se estableció entre ellos fue inmediata y profunda. La relación de 14 horas que siguió, mientras la pareja exploraba lo espontáneo y lo inesperado en Viena, terminó en el andén de una estación de tren, donde juraron que se volverían a ver seis meses más tarde. Han pasado nueve años desde aquella mañana. En la última parada de su gira de promoción, en los últimos minutos de una presentación en una librería de París, Jesse ve a Celine mirando desde el fondo de la sala. Ella vive en París ahora, él en Nueva York. Él se va en avión esa noche y aprovechan cada momento, dándose cuenta de que su conexión vital no es menos inspiradora o real de lo que fue hace nueve años en Viena.