Estamos en los años cuarenta. Una joven va a la ciudad costera de Seabrook (Carolina del Norte) para pasar el verano con su familia. Allie Hamilton, todavía adolescente, conoce a un chico local -Noah Calhoun- en la feria. Nada más verla, Noah sabe que él y Allie están destinados a vivir juntos. Aunque ella es de una familia adinerada y él es un pobre trabajador de fábrica, a lo largo de un apasionado verano sureño los dos se enamoran profundamente.

Rocky, que sufrió daños cerebrales en su último combate, decide regresar, después de unos años de ausencia, a su hogar en Filadelfia. Poco después de su llegada a la ciudad, el ex boxeador y su mujer descubren que están arruinados por culpa de un contable incompetente, lo que les obliga a trasladarse a un barrio humilde. A pesar de su situación, Rocky decide volver a jugarse su futuro sobre el ring.

La película empieza cuando Antwone, un joven soldado de la marina, debe visitar al psiquiatra de la armada para aprender a controlar los impulsos violentos que le provocan más de una pelea con sus compañeros de a bordo. Parece que la violencia está provocada por una niñez traumática: nació en una prisión donde sólo estuvo con su madre soltera unos meses para pasar su infancia de reformatorio en reformatorio y quedarse sin hogar a los 16 años.